miércoles, 12 de febrero de 2014

Gracias a mi tío, estoy al tanto de algunas de las fabulosas entrevistas publicadas en el diario La Vanguardia en su edición dominical. El, se acuerda de mí, y me manda por correo postal (SÍ, aquello del sobre y el matasellos) los recortes de los artículos que le parecen interesantes. He de deciros que tiene un gran criterio.

Esta semana me ha llamado especialmente la atención una entrevista en la que en grande se cita

“Cada niño es un genio en algo si le ayudamos a serlo”

Seguí leyendo. El entrevistado en cuestión es Yaacov Hecht. Pedagogo. Israelí. 53 años. DISLÉXICO (y lo pongo en mayúsculas porque es clave para entender su particular visión de la educación).

El personaje en cuestión es un internacionalmente distinguido líder y visionario de una educación democrática, teoría de la educación y cambio social. Promulga el poder de una educación “individualizada” en la que deberíamos tratar a cada niño como un genio en potencia, ayudándole a desarrollar sus virtudes, cualesquiera que sean.

Quizás una visión un poco idealista teniendo en cuenta la sociedad capitalista soberanamente competitiva en la que vivimos. Pero parémonos a pensar en lo que dice.

“(...) la pirámide empresarial de células huecas, donde el conocimiento fluye a través de ellas de arriba abajo mientras ellas compiten por ascender sin aportar valor a la empresa, ya no genera riqueza (...)”

Especialmente importante y cuidado me parece la dirección del flujo de conocimiento que Yaacov cita. De arriba abajo. Esta visión, en mi opinión, esta ampliamente instaurada en nuestra sociedad y tejido empresarial. Parece que el que más arriba está dicta sentencia, y sus súbditos obedecen. Obviamente, considero que un sistema jerarquizado es imprescindible para acotar las competencias de cada uno, pero creo que el conocimiento debe fluir en ambas direcciones, creo en un sistema igualitario en este aspecto. Nuestra generación puede y debe aportar mucho, pero para ello tiene ser escuchada, entendida y apoyada por las personas que ocupan la cúspide de la pirámide en el organigrama empresarial. Probablemente mi visión sea romántica, pero verdaderamente creo en esto reside el éxito honrado y merecido de cualquier empresa.

El distinguido pedagogo reflexiona además sobre los temidos por el gobierno Informes PISA de educación. Como todos sabréis, nuestro país ocupa posiciones de cola, al igual que el suyo, Israel. Contrasta esta situación con la de economías florecientes como Finlandia, donde según el han dejado de educar masas. Educan buscando la diversidad, la originalidad de cada alumno. Se preocupan más de formar ciudadanos únicos y personas. Obviamente, esto no es lo que encontramos en nuestro país. Generalmente se culpa a los alumnos de los malos resultados en las encuestas (son más vagos, tienen peor nivel, etc), en lugar de girar la cabeza y mirar a la cumbre de la pirámide, desde donde ni unos ni otros han atinado con un sistema educativo que obedezca a una sociedad avanzada como pretendemos ser. Que cubra las inquietudes de los más perspicaces y ayude a superar las dificultades a los más demorados. ¿Alguna idea? ¿Es esto posible?.

De obligada visita es la visita a su página web de donde os dejo un video esclarecedor de su forma de entender una educación democrática.





Edgar

0 comentarios:

Publicar un comentario