El vino. Una de mis
pasiones.
Quizás porque mis
raíces pertenecen a una tierra donde se estila la viticultura heroica. Donde quien
más quien menos practica produciendo este líquido elemento en sus bodegas
caseras. Donde los depósitos y barricas, son cubas. Donde la fermentación
controlada por levaduras seleccionadas, sucumben ante un numeroso ejército de
una heterogénea selección de hongos que probablemente lleven viviendo más en la
bodega que cualquier anciano del lugar. Donde los tractores y demás aparejos
industrializados no pueden saltar entre los irregulares y seculares bancales.
Ribeira Sacra.
Ribeira Sacra (Teixeira, Bouzas, Pombar y Barxacova) Septiembre 2013. |
Para mí, no es una
moda pasajera. No leo y estudio porque "queda bien" saber de vino.
Los que verdaderamente saben de esto, no son los que leen un libro o van a
cursos, si no quienes trabajan la viña y la bodega. Esto solo pretende ser una
pequeña introducción al caos. Un aviso de que en sucesivos posts os transmitiré
mi rechazo a la viticultura irresponsable, a la enología desequilibrada y sobre
todo, al esnobismo irracional que ha llegado al mundo de la cata. Aunque a
veces esta mentira sea de la que vive este mundo. He llegado a leer notas de
cata, en la que expertos catadores profesionales perciben notas de "pipi
de gato mineralizado", aromas de "hierbas de tocador", o que
incluso a copa parada se atreven a comparar la tonalidad del vino con la de la
sangre de una persona hemofílica. ¿PERO QUE COJ..?. Esto solo hace daño,
y resta credibilidad. Soy un fiel creyente en que el vino es una elección
MUY personal, y es lo que os iré transmitiendo poco a poco, o eso pretendo.
Como lectura
obligatoria os dejo este artículo publicado en El diario de Cadiz. ¿Os suena?
http://www.diariodecadiz.es/article/andalucia/1531527/la/extincion/esnob/vino.html
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