domingo, 4 de mayo de 2014

Siempre me he sentido hipnóticamente atraído por el modo en el que evoluciona el deporte en la actualidad. Y es que desde hace unos años, asistimos perplejos a una continua afrenta contra nuestros predecesores deportistas. No es una difamación verbal ni un vilipendio gestual, es un ultraje a su esfuerzo. Es un incesante brotar de estratosféricos records del mundo. No importa la disciplina. Fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad, coordinación. Hemos asistido cariacontecidos a la proclamación de numerosos deportistas como los mejores de la historia en sus respectivas disciplinas; Usain Bolt, Yelena Isinbayeva, Michael Phelps, Alberto Contador, Rafael Nadal, Haile Gebrselassie, Michael Jordan, Roger Federer y un largo etc. 


Todo esto ha contribuido al boom mundial del deporte. Fantástico. Pero como deportista y como persona siempre me he planteado una cuestión. ¿Cuan mejores son los deportistas de hoy día respecto a los de hace 40 años? ¿Es realmente una mejoría en el rendimiento físico del deportista? ¿O la tecnología juega un papel ciertamente importante en todo esto? En definitiva, ¿jugamos en las mismas condiciones?.Para responder a todo esto, tenemos a David Epstein, cuya bio le define como un reportero científico del área en el que medicina, ciencia y deporte se solapan. Os dejo el link donde el propio David presenta los resultados de varios estudios biodinámicos, con el firme propósito de conocer si realmente los deportistas actualmente son más fuertes, rápidos y mejores que hace varias décadas. La presentación es sencilla y gráfica. Las dotes comunicativas de esta figura me parecen excelentes, y está subtitulado en inglés, así que no tenéis excusa.  



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