Ya fué hace un par de
semanas cuando nos levantábamos con la noticia de que Vega Sicilia retiraba del
mercado alrededor de 500.000 botellas de Pintia 2009 y Alión 2010. Alegando
problemas de turbidez provocada por materia en suspensión decidió recoger de
los puntos de distribución este medio millón de botellas. Llamadme incrédulo
pero me cuesta comprender como una bodega de tal prestigio y caracterizada por
elaborar un producto “premium” cometa una novatada de este tipo. Comienzo con
mis disquisiciones.
Fuentes de la propia
bodega explicaron que en el proceso de clarificación de estos vinos se
empleaban 2 claras de huevo por barrica. Es conocida la capacidad clarificante
de la clara de huevo por la presencia en esta de una proteína con esta
capacidad, la albúmina de huevo. Achacan el problema en estas añadas por la
utilización en un nuevo producto para la clarificación, que al parecer no tuvo
el rendimiento esperado, dando lugar al ya citado problema. Cuanto menos
sorprendente.
Comprendo la tendencia
ecológica y naturalista en la elaboración del vino, pero hasta llegar a este
punto ni la entiendo ni la comparto. Creo que esta explicación lo que pretende
es arraigar la idea de que se elabora un producto natural y tradicional, como
si utilizar estos productos para la clarificación cambiase de un plumazo la
“naturalidad” del producto.
Es el propio consejero
delegado de Vega Sicilia, el Sr. Pablo Álvarez quién explicó que el problema se
basaba en la presencia de un exceso de antocianos en el producto. Una bodega de
tal magnitud tiene laboratorios de control, y la determinación de la
concentración de taninos y antocianos es tan innegociable como imprescindible
antes de la introducción en barrica. Por lo tanto, refuerzo mi idea, no termino
de creérmelo.
0 comentarios:
Publicar un comentario